El poder se pone el traje de vestir Y la injusticia muestra su tarjeta

Quien lea este blog a menudo, sabe que si bien no soy mucho de grandes lemas en la vida, hay uno que intento seguir. Hace años que escuché esta frase, y alguno menos que comprendí el valor que tenía: la constancia es la única virtud que permite desarrollar el resto de las virtudes.

Y la cuestión es que trato de ser constante en todo aquello que merece la pena en la vida, trato de ser constante con mi sonrisa, constante con mis locuras, constante con mis sueños, constante con mi forma de ser y, sobre todo, constante con mis latidos, trato en todo momento de no perder el ritmo que mi atlético, y a veces incluso estropeado corazón me marca.  Y en el trabajo no lo es menos.

Hoy ha sido así. Uno de esos días.

Si, esos días en los que da lo mismo lo que pase a tu alrededor, da lo mismo que llueva o que salga el sol, que el mundo sea más o menos gris.

Hoy como todos los días ha habido drama, gente sin trabajo y sin esperanza. Remando no sé sabe bien donde, pero con ánimo. Verdaderos héroes, que en ocasiones tienen que aguantar que algún iletrad@ y jodid@ ignorante cuestione las circunstancias personales de cada uno. Gente que se permite mirarte por encima  del hombro, siempre les digo lo mismo a todas las personas que atiendo a diario.  Seguid luchando.

Desde hace apenas dos semanas he comenzado una iniciativa personal. Que solo  practico con aquellos que realmente me emocionan. Con aquellas historias con las que me quedo tocado. Y lo que hago es regalarles poesía.  De momento solo tengo modelos. Dos pequeños poemas que me encantan. Dependiendo de las características personales o el nivel de conexión que logre establecer doy uno u otro.  Este es el primero

Tengo las frases y las condiciones, las metáforas y los misiles, la soledad.
Tengo las ganas y la parálisis, la fortuna y la mala suerte, el pasear.
Tengo los versos y las poesías, la primavera, la jabalina y el ruiseñor.
Tengo las pupilas en tus recuerdos, la vista en otra parte, la sinrazón.
No tengo ni la vida hecha ni el camino llano. La vida nos ha enseñado a hacernos fuertes

El otro es más a lo locura, a lo a tope con la jodida fucking live. Y solo para los muy iniciados.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.

Y mañana el sol saldrá o no, y el camino se pondrá cuesta arriba y lleno de piedras o se convertirá en una autopista de cuatro carriles, y las noches volverán a ser frías y oscuras, o tal vez vengan acompañadas de dulces sueños, pero mañana cuando llegue al trabajo y encienda el ordenador veré esto. Y me apetecerá seguir luchando!! Viviremos y venceremos

                                              FOTO REAL DEL ESCRITORIO DE HÉCTOR. En Rubí (IMPES)