Las aventuras de Dani y Héctor

Pensando siempre más allá de la inevitable andadura por la autopista hacia el infierno que es la vida, es innegable que soy un enamorado de caminar siempre que puedo por toda aquella ruta que para mí es inexplorada. Siempre con el mismo ansia por aprender de todo aquello que observo.

Mi mochila cargada de sueños, mis pies ávidos de asfalto y la compañía de ese hidalgo caballero llamado Dani con quien comparto mis locuras (sobretodo entiende mis locuras), son lo una de esas cosas que necesito cada cierto tiempo para poder sentirme vivo. Y en esas estamos. 

 

El viernes nos vamos de aventura. Es cierto que es un destino poco arriesgado, pero seremos nosotros quien le demos charme y prestigio.  Y que cojones, somos tan absolutamente maravillosos que nos sobraran días para ser los mejores Rockanrollas del lugar

La verdad es que este ha sido un medio año  de deliveraciones, muchos querer y no poder, glaciares, lagos, montañas y desiertos que seguirán viendo pasar los siglos sin saber si alguna vez podré visitarlos. Pero ahora se nos presenta la oportunidad de conocer un nuevo lugar.

Serán días de carreteras, de playas con agua cristalina, de kilómetros sin camiseta marcando abdominales, de aromas innovadores, de mil y una historias esperando a ser contadas, sobre todo de disfrutar, de volver a tachar una de esas cosas que estaban en la lista de cosas por hacer.  

IBIZA ya llegamos.