16 de marzo de 2012

Viajo como las dóciles cometas, pero con una diferencia. Nunca llego a encontrarme con el cielo


Lo confieso hablo muchísimo solo. Lo confieso con alguna vergüenza, porque salvo Antonio Machado que también hablaba solo, la humanidad en general considera que las personas que hablamos solas no  estamos muy bien.

No digo que no, pero yo soy la persona más normal que conozco y sin embargo hablo solo. Hay optimistas incurables que piensan que  la mala fama del soliloquio, es solo una más de las taras de nuestro época.  Optimistas más incurables aún piensan sin embargo que la fama procede del capitalismo. Yo personalmente considero que la mala fama viene de la ignorancia. Me contaba  uno de mis erics que hace tiempo estuvo en Cuba, que “En Cuba se habla con conocidos, con desconocidos, y cuando no hay nadie cerca , a solas”.

Yo considero que el hablar solo siempre ha estado mal visto, y eso es injusto. Entre otras razones porque hay mucha más gente que habla sola de lo que suele creerse.

Al fin y al cabo hablar solo, igual que hablar en sueños es una forma de pensar en voz alta. Y los seres humanos no somos más que bichos pensantes.

Naturalmente hablar con otros es estupendo, pero si no hay otros con quien hablar, es lógico hablar con nosotros, es decir con el otro que siempre va con nosotros. Ese tipo, al que podemos decirle  las cosas que no podemos decirle a nadie. A NADIE. Y que son las únicas que de verdad importan. 

Por lo demás hablar solo se parece a escribir… Porque escribir se parece a hablar en sueños, a decir cosas que salen de modo espontaneo y nada más. A decir cosas que no se sabe muy bien que significan y que sin embargo significan más que las que se dicen despierto. 

De  ahí que yo siempre haya sospechado que es bueno escribir un poco dormido, y de ahí  –esto solo lo sospecho ahora- que escribir sea una forma socialmente aceptada de hablar solo. 

Y que a mí me gusta escribir, solo para que me dejen hablar solo sin incordios. 


3 comentarios:

  1. Me gustan tus reflexiones.
    Cada uno es un mundo con sus manías y sus normas.

    ResponderEliminar
  2. Muy correcto todo lo dicho. Hay veces que hablar solo soluciona más las cosas que comentarlas con un tercero.

    A todos los que alguna vez corréis en solitario os habrá pasado y en ese rato entre resoplo y zancada decides cosas que en otras circunstancias no harías.

    ResponderEliminar