Héctor Experiences (Chapter I)

Ayer, lunes.

La soledad iba a ser la compañera durante el día. Decidí por lo tanto alquilar una película para hacer más agradable el día. No diré el título de la peli, pero si diré que la disfruté un montón. (No era pornográfica).

Cuando acabó la película serían más o menos las 18:00 bajé a la calle para devolverla. Los que tuvieron ayer oportunidad de salir a la calle comprobaron el viento huracanado que soplaba. Pues bien entre el portal de mi casa y el videoclub hay unos 100 metros. En ese trayecto noté que algo me entraba en el ojo. Una piedrecita pensé, un poco de arena intuí. No se que cojones fue lo que me entró en el ojo pero empezó a molestarme un montón.

Me costó devolver la película porque iba medio tuerto. Cuando logré devolver la película volví para casa rápidamente. Tengo que decir que ya me estaba entrando la paranoia. El ojo me molestaba cada vez más. Llegué a casa y me eche unos 6 litros de agua en la cara. Pero no conseguía quitarme la mierda que tenía en el ojo.

Así que decidí ir en busca de una farmacia. Pero como ayer era festivo tuve que ir a una de guardia. Felizmente y como soy un tio con estudios supe rápidamente donde estaba la calle de la farmacia de guardia. Allí me atendió una amable farmaceútica. Le pedí que me dejase sacarle una foto para el blog. Aqui la teneis.

La farmaceutica me dijo " comprate un colirio" Yo le dije "me lo compró pero me lo tienes que echar tú". Soy incapaz de echarme gotas en el ojo. Así que allí estuve echandome gotas en el ojo. Pero la molestía no remitía. Entonces me dijo mi nueva amiga tienes bañeras para los ojos. En ese momento me quede un poco flipado. Existían bañeras para los ojos. De ser así habia diferentes tipos de bañeras según el poder adquisitivo??????. Muchas dudas!!! Instantes después la mujer me explicó que las bañeras eran como vasos de chupito que te metias en el ojo. Al decirle que no tenía bañeras para mis preciosos ojos me dijo que con un vaso de chupito serviría. Era mi ultima oportunidad antes del ingreso hospitalario. En esos instantes ya tenía el puto ojo desecho. Me estaba poniendo ansioso. Así que le pedí a la farmaceutica que me echase unas gotas más que me iba a bañar a mis ojos.

El tema de la bañera de los ojos fue espectacular. Busqué un vaso de chupito lo llené de agua tibia y me lo puse en el ojo. Los primeros intentos me salieron un poco mal. Ya os he comentado que me da mucha angustia. al quinto o decimosegundo intento logré meterme el vaso de chupito entero en el ojo. Y por fin mi ojo se alivió. Para no perturbar a mi querido ojo apague todas las luces y me quedé en la penumbra una media hora, para darle descanso a mi maltrecho ojo.

Media hora después me embargó un sentimiento de profunda y sincera felicidad mi ojo volvía a estar bien.

Viva