Woooola komoturienses!!!
Como sabéis, el Deporte es algo que nos une a todos nosotros, y que en muchas ocasiones nos emociona y nos hace sentir sentimientos increibles. Como todos sabéis, hay muchas historias del deporte que han pasado a ser leyendas, leyendas de algo grandioso.
Por todo esto, hoy inauguro una nueva sección en este nuestro blog, que se llamará historias del deporte, con el único propósito de que todos nuestros visitantes las conozcan, las disfruten, y ojalá se emocionen tanto como yo al contarlas. La periodicidad será la que me salga de mis santos testículos.
Hoy, inaugurando la sección Jesse Owens!
Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 se presentaban como un escaparate para que el nazismo mostrara al mundo la superioridad de una raza, la aria. Hitler se había propuesto que todo saliera perfecto pero no contaba con la aparición del "Antílope de Ebano".
Owens lo tenía todo en contra. Por su color no era respetado en su país, Estados Unidos, y menos aún en la Alemania nazi que veía a la raza negra como una estirpe inferior y que había que exterminar.
Ante más de 110.000 espectadores y con las cámaras de Leni Riefenstahl grabando cada movimiento de los atletas por encargo de Hitler, Jesse Owens subió al peldaño más alto del podio en cuatro ocasiones. Venció en las pruebas de 100, 200, 4x100 metros y salto de longitud. Solo Carl Lewis 48 años después logró semejante hazaña.
Fue en la prueba de salto de longitud dónde Owens y Lutz Long, atleta prototipo de raza aria, protagonizaron una de las historias más bonitas del deporte por el contexto en el que se produjo. Tras dos primeros saltos nulos, Jesse Owens se vio con el agua al cuello y obligado a saltar 7.15 metros en su último salto si quería pasar a la final. En ese momento y ante la mirada atenta de 110.000 berlineses y especialmente ante los ojos racistas de Adolf Hitler y su corte, Long se acercó a Owens y le dijo: "Debes pasar la calificación con los ojos cerrados. Retrasa algo tu carrera para no hacer nulo". Owens era botones de un hotel y no había contado con el preciso entrenamiento de los atletas alemanes. Obedeció y pasó a la final donde venció a Long.
Años después, Long murió en Stalingrado sirviendo al III Reich. Owens, amigo suyo, se encargó de pagar los estudios a su hijo. Owens fue aclamado en Berlín pero ignorado en su país dónde no fue recibido por ninguna autoridad debido a su color y después de cuatro medallas de oro tuvo que ganarse la vida corriendo contra caballos y perros o como relaciones públicas.
En 1980, a los 66 años de edad, murió de cancer de pulmón. Era un fumador empedernido.
Owens lo tenía todo en contra. Por su color no era respetado en su país, Estados Unidos, y menos aún en la Alemania nazi que veía a la raza negra como una estirpe inferior y que había que exterminar.
Ante más de 110.000 espectadores y con las cámaras de Leni Riefenstahl grabando cada movimiento de los atletas por encargo de Hitler, Jesse Owens subió al peldaño más alto del podio en cuatro ocasiones. Venció en las pruebas de 100, 200, 4x100 metros y salto de longitud. Solo Carl Lewis 48 años después logró semejante hazaña.
Fue en la prueba de salto de longitud dónde Owens y Lutz Long, atleta prototipo de raza aria, protagonizaron una de las historias más bonitas del deporte por el contexto en el que se produjo. Tras dos primeros saltos nulos, Jesse Owens se vio con el agua al cuello y obligado a saltar 7.15 metros en su último salto si quería pasar a la final. En ese momento y ante la mirada atenta de 110.000 berlineses y especialmente ante los ojos racistas de Adolf Hitler y su corte, Long se acercó a Owens y le dijo: "Debes pasar la calificación con los ojos cerrados. Retrasa algo tu carrera para no hacer nulo". Owens era botones de un hotel y no había contado con el preciso entrenamiento de los atletas alemanes. Obedeció y pasó a la final donde venció a Long.
Años después, Long murió en Stalingrado sirviendo al III Reich. Owens, amigo suyo, se encargó de pagar los estudios a su hijo. Owens fue aclamado en Berlín pero ignorado en su país dónde no fue recibido por ninguna autoridad debido a su color y después de cuatro medallas de oro tuvo que ganarse la vida corriendo contra caballos y perros o como relaciones públicas.
En 1980, a los 66 años de edad, murió de cancer de pulmón. Era un fumador empedernido.
No os perdais el video!!!
Muy bonito el articulo!!.
ResponderEliminarA ver si nos cultirizamos más con el deporte, porque en éste mundo hay muchas historias parecidas a las de Jesse.
El video está muy bien; ¿alguien sabe el nombre de la banda sonora? Es que me "mola mazo".
Estimado lector, me emociona que te haya gustado el artículo...Para tu disfrute, la canción del video es de Vangelis y se llama Conquest of paradise.
ResponderEliminarMuchas gracias por todo ilustradi webmaster; con profesionales tan competentes como usted no es de estrañar que éste blog funcione a las mil maravillas.
ResponderEliminarForza Komotu!!
vya pasote de entrada, brutal video!!!
ResponderEliminarno solo necesitamos entradas desternillantes tb keremos cultura, como esta entrada y las de los pueblos ...
gracias webmaster raul
Muy buena la historia y el video, mis felicitaciones al webmaster por mostrarnos una de las historias, que sin duda, cualquier aficionado al deporte debería conocer.
ResponderEliminaruna gran historia que demuestra grandes cosas a todo aquel que la ve.
ResponderEliminarson esas personas las que hacen grande al mundo.
un acierto esta entrada si señor
enhorabuena
PIENSA GLOBALMENTE, ACTUA LOCALMENTE
grande, grande articulo. me motiva mucho. black power. gracias webmasters por empezar por uno de los deportes que mas me gustan!!!
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